Confianza y Cultura Agile. Proyecto Asombrosa

El pasado viernes 27 de noviembre, tuve la oportunidad de compartir una sesión en el Asombrosa Online Fest, evento organizado por Minerva Pérez cuyo proyecto ASOMBROSA lleva a penas un año y está arrancando con una fuerza y una energía donde el liderazgo femenino; la innovación y el desarrollo de habilidades profesionales son el centro.

Asombrosa es un espacio donde compartir conocimiento, experiencias y aprendizajes para una comunidad de mujeres que deciden, como dice Minerva. Y desde aquí mi grandísima Enhorabuena!!

Pues bien, en esta sesión me lancé con las nuevas formas de trabajar, las metodologías ágiles y el impacto que tienen en las personas. No sólo va dirigido a organizaciones sino que era un espacio abierto a la reflexión tanto para emprendedoras, como para personas que están en un momento de búsqueda de empleo o cambio de proyecto.

Partimos de la Confianza máxima, de conectar con aquel momento memorable como llamamos en Coaching. Es el momento donde nos hemos visto en una situación a la que hemos hecho frente a base de valentía, fortaleza y de creer en nosotras mismas a pesar de todo lo que ocurría a nuestro alrededor.

¿Y cómo conectar esta confianza con las nuevas formas de trabajar o metodologías ágiles? pues bien, gracias a estas nuevas formas de trabajo se nos abre a modo individual una grandísima oportunidad de aportar valor real, de atrevernos a compartir, de expresarnos libremente y de realmente trabajar en equipo.
Es ahora cuando debemos sacar esta confianza para demostrar ante un proyecto o un trabajo todo aquello que sabemos, lo que consideramos que es mejor para el proyecto y el equipo y sobretodo, a través de la escucha activa y del respeto, estar abiertos a nuevos aprendizajes.

Algo a destacar cuando se habla de Metodologías Ágiles es que el propio término puede llevar a confusión y no se trata de ir más rápido (ya sabemos de sobra que el tiempo es un factor clave para los proyectos), sino de calidad del trabajo que realizamos. Se ha comprobado como la rapidez hace que no reflexionemos, que se nos escape la visión de nuestro cliente o usuario al que nos dirigimos; por lo que cometemos más errores. Esto de va trabajar de forma colaborativa y poniendo foco en la calidad de lo que entregamos.

Y como concepto final a este post, lanzo el conocido MVP (Minimum Viable Product) haciendo hincapié en la obsesión por el perfeccionismo que en la mayoría de ocasiones hace que finalmente no nos atrevamos a lanzar algo porque no está todo lo bien que nosotros consideramos. De ahí de nuevo esta confianza máxima, la que nos hará lanzarnos, la que a pesar de todo lo que nos venga en contra, nos hará que al menos empecemos con ese MVP y poco a poco vayamos iterando sobre él y mejorando.

Porque esta claro que el momento es ahora…

Gracias Minerva y gracias a todas esas mujeres increíbles que se atreven!



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La importancia de la última milla.