La importancia de la última milla.
Si escribieras una lista la cantidad de cosas que has dejado sin acabar y las clasificaras en pendientes (aquellas que consideras que algún día te pondrás a ellas) o para olvidar (las que debemos de tachar de nuestra lista y por ende de nuestra cabeza); ¿qué resultados obtendrías?. Te invito a coger un papel y un bolígrafo y que me acompañes en este ejercicio.
Cogiendo esa lista de tareas pendientes; es más que habitual que en esta reflexión encontremos tareas del día a día, ya sean de trabajo, de cosas pendientes importantes por hacer o de aquellas en las que un día pensamos que serían buena idea pero que al cabo del tiempo nos dimos cuenta que no son para nosotros.
Si vas un poco más allá y profundizas en tus deseos, podrás encontrar aquellas cosas que te hubiera gustado estudiar, que quizás un día comenzaste pero que finalmente se quedaron en un deseo inacabado y seguramente por algún acontecimiento vital donde tuvimos que dejarlo de lado. Evalúa si es algo que podrías retomar o simplemente ya pasaron.
Pues bien, hoy me gustaría comentar aquellas tareas que quizás marcan la diferencia a la hora de finalizarlas. Las tareas que nos ayudan en lo importante y no en lo urgente (como se indica en la conocida Matriz de Eisenhower y de la que se han publicado multitud de artículos).
Una vez aquí, me gustaría hacer referencia a Berto Pena, que quien tras fundar compañías en el entorno digital y una larga carrera profesional, se dedica a su proyecto ThinkWasabi que sin lugar a dudas es una magnifica referencia para profundizar y mejorar nuestros hábitos para mejorar nuestra calidad de vida.
Pues bien, retomando nuestra lista, ya sea más corta o más larga, señala aquellas tareas que consideras importantes para ti y escribe a un lado, el para qué de estas tareas. Tómate un momento para pensar a dónde te llevarían una vez las finalices, y marca del uno al diez el nivel de importancia que tiene para ti. Si tiene un peso considerable, sin duda es el momento de ponerte a ellas.
Pero hay otras tareas, aquellas que sabes que te queda poco, que quizás no son las más atractivas ni apetecibles, pero sabes que si o si, las tienes que terminar. Pues sin lugar a dudas, estas son las que debemos cerrar ya que son las principales que se encargan de robarnos la energía.
Y por último, identifica aquellas tareas que tienes pendientes donde el objetivo no es para ti, sino que se centran en lo que tú puedes hacer para ayudar a otras personas. Ya sea un café pendiente con alguien que necesita tu consejo, una referencia a un/a antigua/o compañera/o de trabajo, o simplemente llamar a alguien que sabes que simplemente con saber sobre ti, va a ser un poco más feliz.
Sería bueno que una una vez vayas cerrando tareas, identifiques cómo te sientes. Hoy cada vez encontramos más dificultad para parar y analizar como nos encontramos. Acabamos un proyecto o tarea y vamos con la lengua fuera a por el siguiente. Nos olvidamos de la satisfacción de celebrar los éxitos, por pequeños que sean, y cuando es un trabajo en equipo, de agradecer o de celebrar juntos.
Y para finalizar este post, hago referencia a Lisette Sutherland que sin lugar a dudas es una gran referente a nivel internacional y quien con el proyecto Collaboration Superpowers ayuda a personas y a organizaciones a trabajar con éxito desde cualquier lugar. Es impresionante la cantidad de recursos que nos ofrece y su clasificación.